Introducción
El día 22 de Junio del corriente el Grupo de Trabajo de Dermatitis Atópica de la Sociedad Argentina de Dermatología emitió Recomendaciones en la actual pandemia por COVID-19, a las cuales suscribo en su totalidad e intento difundirlas:
Es importante conocer la situación actual por la que atravesamos debido a la pandemia producida por el SARS-CoV-2, y plantea la necesidad de abordar la relación entre la infección por COVID-19, la dermatitis atópica (DA) y la vacunación para COVID-19 en los pacientes adultos que padecen DA, teniendo en cuenta las siguientes premisas:
Los pacientes con DA no tienen mayor riesgo de contraer COVID-19, sólo por padecerla, no constituyendo un factor de riesgo independiente. De contraerla no sería más severa que en la población general, más allá de otras comorbilidades que pueden presentar estos pacientes, como obesidad, enfermedad cardiovascular y diabetes.
No debe demorarse el inicio del tratamiento sistémico en los pacientes con DA no controlada. El dermatólogo tratante decidirá cuál es el fármaco adecuado para cada paciente en particular.
Los pacientes con DA bajo tratamiento inmunosupresor/inmunomodulador no deben suspender los tratamientos durante la pandemia COVID-19. (1) En caso de infección activa sintomática por COVID-19, será el médico tratante quien evaluará la necesidad de suspender la medicación o disminuir la dosis.
Los pacientes con DA bajo tratamiento inmunosupresor/inmunomodulador pueden vacunarse contra COVID-19 ya que existe buena evidencia en cuanto a la seguridad de vacunas a virus inactivados, ARNm o que utilizan vectores virales no replicativos, en pacientes con enfermedades dermatológicas, autoinmunes o inflamatorias tratadas con dosis estándares de agentes inmunosupresores. (1)
Vacunas que utilizan vectores virales no replicativos:
Sputnik V (Gamaleya- Rusia)
Astrazeneca /Covishield (India)
Cansino (Biological Inc China)
Johnson & Johnson (Jansen)
Vacunas a virus inactivados:
Vacunas ARN m:
Todas las vacunas disponibles para la infección por COVID-19 son seguras y adecuadas debido a que no son a virus vivos atenuados, que es el tipo de vacunas que deben evitarse en estos pacientes. (1)
Los estudios de eficacia y seguridad se extrapolan de estudios previos realizados en este grupo de pacientes frente a vacunas del calendario habitual, por no haber trabajos específicos en relación con inmunosupresores/inmunomoduladores clásicos o biológicos con las vacunas para la infección por COVID-19. (1)
En cuanto a la eficacia de la vacunación en este grupo de pacientes, su inmunogenicidad (seroconversión frente a la vacunación) podría verse disminuida en pacientes que reciben azatioprina, ciclosporina, metotrexate, mofetil micofenolato, corticoides sistémicos a altas dosis (>20 mg/día) e inhibidores JAK, por lo que se discute la conveniencia de la suspensión temporal del tratamiento (previo o posterior a la administración de las vacunas), los pacientes que reciben dupilumab no deberían suspender dicho tratamiento, habiéndose detectado un nivel de anticuerpos adecuado. (1)
En cuanto a la eficacia de la vacunación en este grupo de pacientes, su inmunogenicidad (seroconversión frente a la vacunación) podría verse disminuida en pacientes que reciben azatioprina, ciclosporina, metotrexate, mofetil micofenolato, corticoides sistémicos a altas dosis (>20 mg/día) e inhibidores JAK, por lo que se discute la conveniencia de la suspensión temporal del tratamiento (previo o posterior a la administración de las vacunas), los pacientes que reciben dupilumab no deberían suspender dicho tratamiento, habiéndose detectado un nivel de anticuerpos adecuado. (1)
Debería evitarse colocar la vacuna en forma inmediata a la aplicación subcutánea del dupilumab por verse una menor respuesta de anticuerpos en ese caso. (1,2)
Algunas publicaciones recomiendan que los médicos consideren la posibilidad de pausar el inmunosupresor durante la vacunación, generalmente desde el día de la vacunación hasta una semana después para los inhibidores JAK y ciclosporina, o hasta dos semanas después para el metotrexato y la azatioprina, para posiblemente mejorar la respuesta a la vacunación. Alternativamente, puede usarse la dosis más baja posible, por ejemplo, ciclosporina 2,5 mg/kg/día, azatioprina 1 mg/kg/día y metotrexato 7,5 mg/semana. (2)
Por precaución se recomienda evitar la aplicación en un sitio de eccema activo.
Cabe señalar que la exacerbación de los trastornos cutáneos inmunomediados después de la vacunación es un evento posible, aunque raro, y que, sin embargo, no debe considerarse una contraindicación para la vacuna COVID-19.
Finalmente, dado que las manifestaciones mucocutáneas asociadas a COVID-19 han sido ampliamente reportadas, podrían ocurrir reacciones cutáneas relacionadas con la vacuna, que, sin embargo, no deben considerarse una justificación en contra del programa de vacunación masiva. (3,4)
Se debe evitar la aplicación de las vacunas, en casos de antecedentes de alergia severas o anafilaxia, o ante un cuadro de fiebre y síntomas sistémicos severos posterior a la colocación de la primera dosis. (1,4)
Bibliografía.
1- Gresham LM, Marzario B, Dutz J, Kirchhof MG. An evidence-based guide to SARS-CoV-2 vaccination of patients on immunotherapies in dermatology. J Am Acad Dermatol. 2021; 84:1652-1666.
2- Thyssen JP, Vestergaard C, Barbarot S et al. European Task Force on Atopic Dermatitis: position on vaccination of adult patients with atopic dermatitis against COVID-19 (SARS-CoV-2) being treated with systemic medication and biologics. J Eur Acad Dermatol Venereol. 2021;35: e308-e311.
3- Ferretti F, Cannatelli R, Benucci M et al. How to manage COVID-19 vaccination in immune-mediated inflammatory diseases: an expert opinion by IMIDs Study Group. Front Immunol. 2021; 12:656362.
4- Recomendaciones sobre alergias y vacunas COVID. Vacunas de COVID-19: Comentarios en relación a las alergias. AAAIC. www.alergia.org.ar
Tomado del Boletín Informativo de la Sociedad Argentina de Dermatología.
Dr. Adrián Alejandro Schejtman
Director Médico.