Criocirugía

Criocirugía , o Crioterapia es una técnica que consiste en la destrucción de tejido mediante la aplicación de frío extremo. Se utiliza para el tratamiento de lesiones malignas y benignas. Cuenta con más de 50 años de historia..

Esta disciplina es ampliamente difundida en varias especialidades médicas además de dermatología. Por ejemplo, ginecología, otorrinolaringología, proctología, hepatología, estomatologia, entre otras.

QUE SE NECESITA.

La práctica de esta se lleva a cabo por medio de un dispositivo llamado criógeno. En él se contiene la sustancia fría que genera la acción destructiva. Las sustancia de que se disponen son el óxido nitroso y el nitrógeno líquido. El primero de ellos, consigue vaporizar a -89ºC, y es utilizado en especialidades como otorrinolaringología y ginecología. El nitrógeno líquido es el que se utiliza en Dermatología y vaporiza a -196ºC, llegando a la superficie de la piel a -189ºC, consiguiendo congelar el tejido tratado en muy pocos segundos, y produciendo el conocido Iceball o bola de hielo, que determinará el volumen de tejido tratado.

El Criógeno requiere de cubetas para cumplir con su objetivo eficientemente. Las hay de contacto o spray. Las primeras presentan distintas superficie de contacto para ser aplicadas sobre distintos tipos de lesiones y, de esta manera, conseguir tratar el área más cómodamente. Las segundas cuentan con orificios de distinto diámetro para conseguir un cono de dispersión de nitrógeno de menor o mayor amplitud y caudal. Las mismas se denominan desde la letra A a la D, siendo la primera la de mayor caudal y la última la más fina y de menor caudal.

CUALES SON LAS TÉCNICAS Y QUE OBJETIVOS CONSIGUEN.

Cada técnica, contacto o spray, tienen objetivos distintos. Con contacto conseguimos alcanzar profundidad en desmedro de la superficie. Aquí la superficie depende la cubeta utilizada, pero que cuentan con diámetros desde 1mm a 1 cm como máximo, es muy eficiente en el tratamiento de lesiones de gran espesor, como carcinomas y verrugas plantares. Con Spray, la situación es la inversa. Esta técnica consigue superficie, alcanzando escasa profundidad. El cono de superficie es mayor cuanto más nos alejamos de la piel y se localiza acercándose a la misma. Muy útil para tratamiento de lesiones finas y epidérmicas, como léntigos solares.